martes, marzo 07, 2006

Administradores y contadores de OSCs, contribuyen a consolidar Estado de Derecho


Una cultura de trabajo solidario estimulada por distintos tipos de organizaciones de bien público se está consolidando en nuestro país. En medio de ese proceso, el gobierno paraguayo propuso una Ley de Adecuación Fiscal que planteó gravar las actividades comerciales de las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSCs) como ferias de comidas, ventas de remeras y otras encaminadas a recaudar fondos. Un grupo de contadores y administradores de ese sector que analizó a profundidad el impacto tributario percibió de inmediato que tenía un enorme potencial para producir transformaciones e incidir en políticas públicas para incorporar criterios de transparencia administrativa y fiscal para todos los demás sectores del quehacer nacional.

No parece razonable que el deficitario Estado paraguayo busque aumentar sus ingresos a costa de esfuerzos solidarios para financiar causas nobles como las que despliegan las OSCs, también llamadas ONGs o Tercer Sector y el debate inicialmente se centró en ese enfoque.

Suplen al Estado ausente
Se consideró que las organizaciones de la sociedad civil en el Paraguay estaban cobrando un protagonismo creciente tanto en su rol de contralor de la gestión pública, por su protagonismo en incidencia en políticas públicas así como en otros menesteres de corte social que dejan aflorando al Estado ausente.
Como se temía que ese protagonismo de la sociedad civil fuera precisamente una de las razones de que la batería fiscal le apuntara como contribuyente, se consideró que aquello constituía una suerte de impuesto al altruismo.
El núcleo de contadores y administradores de ONGs, ante la imposibilidad de postergar el avance del estudio de la Ley, propuso correcciones a los lineamientos del proyecto de Adecuación Fiscal. Aprovechó además la instancia para proponer cambios en pos no sólo de mayor transparencia en la gestión del Tercer Sector sino que también de las empresas privadas donde llegó a ser común la existencia de más de una contabilidad paralela y donde muchas veces era considerado mejor administrador y contador aquel que más cantidad de impuestos eludía, para la empresa.

3 mil organizaciones de bien público
En Paraguay, según algunas estimaciones, existen alrededor de 3 mil OSCs en forma de Fundaciones, algunas muy bien organizadas y en el otro extremo, comisiones vecinales y parroquiales.
Los encuentros de administradores y contadores del Tercer Sector, para analizar aspectos de la adecuación fiscal se percató de los diferentes vicios que la propia estructura pública tenía como por ejemplo expedir boletas por pago de peaje que no reúnen las exigencias legales que ella misma impone.
En esa instancia surgió en el seno de los profesionales administrativos y contables, la idea de ampliar, fortalecer y consolidar una red nacional para conectarla a otras redes regionales a fin de ajustar y ensanchar horizontes vinculados al fortalecimiento del Estado de Derecho y la transparencia.
Así, los contadores y administradores de las OSCs, se descubrieron como una eficiente herramienta de cambio con vistas a la transparencia. Percibieron que podían incidir sobre políticas públicas y contribuir a que las reglas permitieran la maduración del Estado de Derecho en Paraguay.

Creciente importancia
Sin fines de lucro y sostenidas con el aporte económico altruista y el trabajo voluntario de miles de personas, está claro que en las últimas décadas han ido adquiriendo una creciente importancia las organizaciones creadas en su seno por la misma comunidad para satisfacer, en los más diversos campos, necesidades que el Estado dejó de atender.
Estas entidades han alcanzado un decidido reconocimiento en nuestro país y en todo el mundo, por la trascendencia y el vasto alcance de su labor, que se extiende a una amplísima gama de actividades. El intercambio de ideas, experiencias y propuestas que surgió en el núcleo de contadores y administradores de OSCs, reveló la trascendencia activa de los contadores y administradores para lograr no sólo ya una política fiscal equitativa sino que para que el poder público instaurara cambios en función de los requerimientos de mayor recaudación con transparencia.
En otros países en donde hay una creciente consideración hacia estos grupos, hacia los objetivos de bien público que se proponen, hacia el carácter altamente solidario de su tarea y hacia la eficiencia con que la desempeñan, se crean legislaciones que incorporan justamente mecanismos de estímulo que tienden a facilitar disponibilidad de recursos para el desarrollo de esta insustituible acción social. Son de carácter fundamentalmente tributario que alientan la donación de dinero de particulares a estas entidades y procuran reducir sus costos desgravando sus operaciones.

Inocentes pagan por los pecadores
Es cierto que muchas veces hay ONGS que para recaudar fondos a fin de cumplir con su misión, realizan actividades comerciales y que una liberación impositiva, en ese caso. alteraría las reglas de la libre competencia pero la actitud fiscalista se vinculó con la existencia de falsas fundaciones cuyos organizadores y dirigentes han lucrado indebidamente con beneficios personales mediante entidades declaradas como de bien público y eximidas de impuestos, lo que constituye una defraudación a la confianza de la sociedad.
Pero la decisión del fisco que revela impotencia o incapacidad para ejercer los controles correspondientes, no hizo sino generalizar injustamente un castigo que debería recaer sólo en algunos. El Estado, debería perseguir al minúsculo número de organizaciones que hace que una gran mayoría de instituciones altruistas pague por un puñado de malhechores.
Además, las autoridades deberían poner claridad jurídica en un terreno en que hoy domina la falta de incentivos a tan loable actividad. La sociedad tendrá así el beneficio de ver encauzados los fondos en cuestión, en forma directa y eficiente, hacia la satisfacción de necesidades reales que aquejan a los sectores más desprotegidos.
Hay un marcado interés en que un próximo paso, sea la promulgación de una legislación que regule el funcionamiento de las OSCs tomando en consideración su naturaleza solidaria y solucionadota de problemas de la comunidad.
"aqui el texto a NO ser mostrado en la portada, si no borrar estos codigos"


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