miércoles, marzo 08, 2006

Teatro Activo alza el telón para que la sociedad suba a escena


Fomentar la reflexión ciudadana con representaciones teatrales que reflejen la realidad para que la sociedad finalmente suba a escena y exija mejor gobierno. Este es uno de los grandes propósitos de Teatro Activo que Ana María Imizcoz lleva adelante y que en cuatro obras presentadas ya disparó la reflexión crítica de unos 30 mil personas –principalmente estudiantes- que vieron obras sobre la corrupción, el uso responsable de la libertad, los vicios del ejercicio del poder y la ética política, los derechos de la mujer, entre otros enfoques.

Aborda el teatro reflexivo como un modelo alternativo de educación y formación cultural para la sociedad en general y para los jóvenes en particular. El esquema consiste en la representación de una obra teatral y al final, los propios actores entrenados para el efecto son facilitadotes en talleres de reflexión con el público, acerca de como se refleja la realidad nacional en la obra, cómo el autor resuelve el conflicto y que opciones tiene la ciudadanía para abordar la solución de problemas similares que hoy enfrenta.
De este modo el público razona de la mano de grandes dramaturgos tanto de fama mundial como mucho otros escritores locales que en sus obras plantearon temáticas que son útiles para estimular el pensamiento crítico en la sociedad paraguaya, expone Imizcoz.
La secuencia de las presentaciones –en cuatro años de puesta en escena de Teatro Activo- tuvieron que ver con las propuestas que surgieron del público, salvo la primera cuando se llevó a los colegios “Macbeth”, una obra que magistralmente desnuda los vicios que rodean al poder. En vísperas de las elecciones presidenciales paraguayas, William Shakespeare facilitaba la reflexión de los jóvenes sobre los tejes y manejes del poder para que entendieran su responsabilidad de contraloría ciudadana más allá del voto.
Surgió en los talleres vivénciales que el tema que mayor rechazo producía en los jóvenes y evitaba su involucramiento ciudadano era la falta de credibilidad del sistema. Exponían ellos que por la corrupción, tenían escasas posibilidades de cambiar la realidad.
Entonces, para la siguiente temporada Teatro Activo planteó la corrupción judicial y política con la obra de José María Rivarola Matto “Su Señoría Tiene Miedo” que narra las peripecias de un juez honesto, sometido a la presión de los sobornos y las componendas políticas.
Las reflexiones generadas tras la representación de la obra planteaban el sentido de la responsabilidad personal y la fortaleza de las convicciones personales para enfrentar la presión y combatir los vicios de la sociedad. Surgió a partir de ahí la necesidad de presentar la siguiente temporada, una obra teatral que planteara el ejercicio responsable de la libertad.
Un grupo de guionistas y la propia Ana María Imizcoz, escribieron en forma colectiva la obra “Barranca y Orilla” que aborda el aumento de la violencia y el consumo de drogas. En ese momento se debatía a gran escala sobre la validez de una disposición municipal de reducir el horario de actividades de locales nocturnos para hacer frente al alcoholismo juvenil y reducir el índice de la violencia en trasnoche.
En esas representaciones, se planteó el tema género y justamente siguiendo la inercia de propuestas que surgían del propio público, se llegó al tema género y este año 2005, la obra que presenta Teatro Activo es “Casa de Muñecas” de Ibsen.

Video Activo
Ahora, la propuesta amplia su visión y apunta también a la producción de historias filmadas que ayuden a la reflexión y el aprendizaje y para el efecto Teatro Activo se está aliando a otros proyectos apoyados por AVINA, como “Bancomunal”, liderado por Augusto Scavone.
Ana María Imizcoz busca aplicar la fortaleza del arte actoral en otros sectores y actualmente desarrolla clases de teatro entre reclusas del penal de mujeres (“Casa del Buen Pastor”) donde fomenta el uso del tiempo en un emprendimiento cultural y constructivo. Las internas tienen en el teatro una oportunidad de reflexionar sobre la condición humana y su propia condición.
“El Teatro entonces sirve también como un puente de salida” dice Ana María conmovida por lo que está haciendo y se refiere al escape estético que personas con profundos conflictos tienen y liberan así energía negativa. Las internas hacen un paréntesis de 3 horas semanales y se “escapan” de su dura rutina carcelaria para convertirse por un instante en reinas, princesas, incluso asumen roles masculinos.
Un trabajo similar está desarrollando en “Kuñataí Roga” (“Casa de Señoritas”) dirigida por unas hermanas religiosas. Es un albergue de chicas que provienen del interior del país. Muchas enfrentan dificultades en sus hogares y deben salir de sus casas. Vienen a la ciudad, algunas siguen sus estudios, otras trabajan de domésticas.
“Buscamos el teatro que nos permita explorar lo que nos pasa y nos proporcione un acercamiento critico a nuestra realidad. Que libere nuestra imaginación, que nutra e impulse nuestra creatividad” puntualiza la directora de la iniciativa.
Ana María es actriz y trabaja las artes escénicas y con los auspicios de AVINA montó su proyecto hace cuatro años. Por su versión de “Macbeth” de Shakespeare fue distinguida con el premio “El Hornerito” otorgado por el Rotary Club Asunción. Por Resolución 05/03 del Ministerio de Educación y Cultura de la Nación se declara de Interés Cultural el Programa Teatro Activo, teniendo en cuenta que la metodología aplicada se ajusta a las propuestas de la Reforma Educativa.

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Ana María Imizcoz presenta unipersonal "Mujeres de mi Tierra", en el Dia Internacional de la Mujer. Lea más>>

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