Malos entendidos o malos entendedores. Malas explicaciones o malos explicadores. Lo cierto es que la manifestación contra el atropello a la Constitución Nacional por parte del ciudadano Presidente de la República no pudo hacerse en la explanada de la Catedral Metropolitana de Asunción porque Monseñor Pastor Cuquejo dijo no.
Pensábamos que se trataba de un espacio ciudadano, un lugar de encuentro, una plaza.
No. Hubo que marcharse con los equipos de sonido de ahí porque no se podía hacer un “acto político” en un espacio litúrgico. Curiosamente, en el frontis de la Catedral -¿acaso un espacio religioso?- hay un símbolo patrio con la inscripción “Paz y Justicia” que era lo que los ciudadanos íbamos a reclamar en la explanada de la Catedral. Sobre todo Justicia.
Esperamos que ese símbolo patrio e histórico, con una inscripción que también ha sido pisoteada por los acontecimientos que motivaron la convocatoria de los representantes de la sociedad civil a protestar, no sea borrado por pagano.
Pero como la voz del pueblo es la voz de Dios, el encuentro se pudo hacer nada menos que en el viejo Cabildo de Asunción, con lo que la significación y el simbolismo de ese indiscutible e histórico espacio ciudadano, dio realce al encuentro que marca el inicio de una serie de debates y movilizaciones en defensa de la Constitución y las instituciones republicanas.
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