lunes, abril 03, 2006

Que cada 29 de marzo sea Día de la Ciudadanía Paraguaya

Porque hubo 40 mil que marcaron el camino a 6 millones; por que es hora de despertar definitivamente nuestra conciencia cívica; porque mientras todos tienen un día que los homenajea, al ciudadano solo lo convocan a pagar impuestos y votar y no le consultan decisiones que luego lo van a afectar. Ese ciudadano ya no está dispuesto a un mero anonimato pasivo; por todo eso y más, proponemos que a partir de ahora cada 29 de marzo sea recordado como el Día de la Ciudadanía Paraguaya.

La marcha marcó un antes y un después. Lo que proponemos es honrar el gesto valiente e histórico del pasado 29 de marzo y proyectarlo hacia el futuro. No para que los comercios hagan campañas de ventas de regalitos. No. Hay trabajo que hacer: Ese día debe ser destinado a jornadas de reflexión y manifestaciones ciudadanas en todo el país.
No se trata de circunscribir la jornada a una gran marcha en Asunción. Eso sería más de lo mismo y reforzar la injusta macrocefalía capitalina. Hay que descentralizar y promover la manifestación ciudadana a nivel de departamentos, de municipios y que en cada lugar se analicen las deficiencias y los cuestionamientos a las autoridades desde concejal e intendente hasta el Presidente de la República y que se haga un seguimiento del reclamo.
El gesto de los 40 mil no debe ser olvidado. Hay que considerar además que fueron muchos más que los de las plazas del Congreso porque también hubo valientes ciudadanos que salieron a reclamar el respeto de la Constitución en otros puntos de la República.
Es bueno ejercitar civismo y para el efecto es fundamental reunirnos, reflexionar y analizar lo que nos preocupa, lo que nos molesta, lo que queremos que se cambie y elaborar un plan para exponer nuestras ideas.
Tomando las banderas del 29 de marzo y el mandato de la plaza de no cortar la inercia de la energía ciudadana que ha costado desatar, es bueno dar forma a un movimiento cívico nacional, no partidista, de presión, concertación y vinculación del ámbito social con los poderes públicos.
Es el momento de fortalecer los esfuerzos de promoción de la articulación en el seno de la sociedad civil y para incentivar la participación de los ciudadanos en los diversos ámbitos de la vida social, contribuyendo así con la consolidación de la democracia y con el proceso de modernización del Estado.
Si no controlamos más de cerca la gestión pública, no vamos a vencer el problema de la corrupción que se ha convertido en uno de los principales retos que enfrenta la sociedad paraguaya en su camino hacia el fortalecimiento de la democracia. El flagelo de la corrupción no permite avanzar en las reformas ni lograr la aplicación de políticas económicas adecuadas; ni garantizar los servicios públicos a la población. Por la corrupción los gobernantes se autoasignan jugosos salarios y viáticos. Ellos se desarrollan económicamente a costillas de la ciudadanía. No más.
El caos que se genera por estas situaciones limita el crecimiento económico del país y la pobreza de una gran parte de la población es su peor consecuencia.

Mucho por delante
Enfrentamos numerosos problemas como la poca cultura de rendición de cuentas que tienen los funcionarios públicos, unida a la escasa participación ciudadana. Si comenzáramos a revertir estas debilidades, sería mucho más difícil que los ladrones que están en las oficinas públicas sigan cometiendo sus fechorías.
Habrá más transparencia. La luz de la mirada ciudadana llegaría ahí donde los políticos hoy ocultan sus trampas.
Pero además, estamos obligados a enviar mensajes contundentes a la comunidad internacional que ve a la opaca y apática ciudadanía paraguaya como una víctima propiciatoria de la pobreza y el atraso. Es hora de levantar cabeza y asumir un rol participativo que es necesario para cambiar el estado de cosas en el país. No podemos seguir dependiendo simplemente de líderes “iluminados” que no existen y que prometen mucho y una vez que llegan al poder se olvidan de sus compromisos para desarrollar sus propias agendas.
Si nosotros no nos preocupamos, nadie va a hacerlo por nosotros. Demasiado caro nos ha costado ya aprender la dura lección que nos ha dejado la desidia y es bueno actuar en consecuencia.

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2 comentarios:

  1. Este es un país de piratas. No nos debe extrañar que otros se apropien de lo que no les pertenece. Hay que dar al César lo que es del César pero a la ciudadanía lo que es del ciudadano y me pregunto cómo los parlamentarios que roban al ciudadano autoasignandose dietas escandalosas pueden hacer juicio político a los corruptos ministros de la Corte si en ambos bandos hay bandidos. Pero sigamos adelante. Lo peor que nos puede pasar es volver atrás.
    Apoyamos esta iniciativa.

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  2. ¿Que pasa si no se responde al pedido de juicio político de los 5?
    El gobierno tiene una pelota tatá en sus manos. Hay un multitudinario pedido de juicio político de cinco miembros de la Corte que no merecen la confianza ciudadana y da la impresión de que se manejan dos opciones: Una marcha de “ciudadanos nicanoristas” para dar apoyo al tendotá y la acostumbrada aplicación de la política del ñemobotavy. Quiero tener la bola de cristal para saber qué va a pasar ¿Van a hacer otra vez lo que se les antoja nomás?

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